La idea de tener sociedades mas competentes, saludables y equilibradas deja de ser una utopía
En la era del individualismo democrático, requerimos de los talentos individuales y de conocer cómo liderar con éxito la autonomía en el arte de vivir. Tan importante es descubrir el talento, como orientarlo y conectarlo armoniosamente, porque lo que nos hace fuerte como especie no es que seamos ni los más fuertes ni los más hábiles, es nuestra capacidad para unirnos y cooperar, ¡ser contigo un nosotros!
«… como especie, nuestra fortaleza es que somos eusociales, donde es fundamental que nos organicemos, que vivamos en grupo, que estemos estructurados, que nos respetemos, porque es por nuestro propio egoísmo que tenemos que ser generosos, porque nos viene bien como especie que contribuyamos al bien común pero no dejamos de ser alguien y, esa es la parte especial, porque al ser alguien cada uno, al ser diversos, cada uno tiene algo diferente que aportar; la homogeneidad no es buena en ningún ambiente. Eso es lo bonito: la necesidad y la ventaja de combinar la sociabilidad, el grupo, con la individualidad.»
María Martinón Torres, paleoantropóloga y directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
